Identificación de palabras

“El desarrollo de la percepción del habla consiste, básicamente, en aprender a identificar palabras, más que cadenas de fonemas”.

Jusczyk, 2000

Identificación de palabras

Los adultos hablamos de forma fluida, sin marcar claramente dónde empieza y termina cada palabra. Por tanto, una de las tareas perceptivas a las que se enfrentan los niños en los inicios de la adquisición del lenguaje es la de descubrir posibles palabras, es decir, darse cuenta de que determinadas secuencias de sílabas siempre van seguidas y forman unidades. Estas unidades, extraídas del habla que los niños oyen a su alrededor, son las primeras formas de palabra que muy pronto podrán ser asociadas a objetos, personas o situaciones. Este proceso, llamado “segmentación del habla”, se inicia de forma gradual alrededor del sexto o séptimo mes. Poco a poco, en este segundo semestre de vida, el niño irá descubriendo posibles palabras, desde algunas muy habituales, como el propio nombre, hasta otras que pueden no ser tan frecuentes o estar formadas por una secuencia más larga de sílabas. Sabemos que esta capacidad para “segmentar” el habla y extraer posibles palabras es básica para la construcción del primer vocabulario.

Existen diferentes factores que pueden favorecer el descubrimiento y la identificación de posibles palabras por parte de los niños. Uno muy importante es la forma en que los adultos se dirigen a los niños. Por ejemplo, se sabe que, de forma espontánea, los adultos tienden a exagerar la entonación, a hablar más despacio y a realizar más repeticiones de palabras. Estas repeticiones, en las que una misma palabra –o un sinónimo-puede aparecerde manera consecutiva en varias frases breves, favorecen su identificación (por ejemplo: ¡Mira qué balón! ¿Ves la pelota? ¡Ay, que se nos escapa la pelota…!). Las canciones infantiles, con letras sencillas y repetitivas, también ayudan a descubrir esas unidades que son las palabras, especialmente aquellas situadas al final de la frase. De este modo, y de forma natural, los adultos contribuimos a que los niños identifiquen palabras de la lengua y comiencen así a construir su primer vocabulario receptivo y a comprender lo que decimos.

Entender las palabras y ser capaces de asociarlas a sus referentes es un proceso básico para la construcción del vocabulario

Conjuntamente a la segmentación del habla, los niños deben desarrollar una segunda habilidad. Consiste en establecer una conexión entre las palabras identificadas y un referente del entorno, es decir, un objeto, una persona o una situación. La habilidad asociativa que permite vincular una palabra con un referente ya se observa a partir de los seis meses, aunque inicialmente de forma rudimentaria y restringida a un número reducido de elementos. Estudios recientes han mostrado, por ejemplo, que los bebés de 6-9 meses ya comprenden algunos nombres concretos de alimentos o partes del cuerpo, así como los términos “papá” o “mamá”, pero no existe evidencia de que comprendan palabras que designan cualidades de objetos o acciones, como los adjetivos o los verbos.. Habrá que esperar todavía unos meses para poder observar una comprensión más extensa de diferentes tipos de palabras.

Con todo, poco a poco los niños van aprendiendo y conformando un primer léxico receptivo, es decir, un conjunto de palabras y conceptos que saben relacionar, aunque aún no sean capaces de producirlos. Tanto la segmentación del habla como el mecanismo básico de asociación palabra-objeto constituyen dos procesos claves para la construcción del vocabulario.

 

Consejo

Exponer a los niños a la lengua del entorno es básico para que aprendan a hablar. ¿De qué manera se expresan los adultos cuando se dirigen a los niños?

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