Ritmo del lenguaje

“Los bebés están increíblemente preparados para aprender acerca del mundo que les rodea y están especialmente preparados para aprender acerca del lenguaje”.

Gervain & Werker, 2013

Percepción del ritmo del lenguaje

Desde los primeros días de vida, los bebés recién nacidos muestran preferencia por el habla de sus cuidadores en comparación con los sonidos o ruidos del entorno. También sabemos que los bebés reconocen la voz específica de la madre desde los primeros días de vida, es decir, les resulta familiar y la saben distinguir de otras voces similares del entorno.

El habla, ya sea de la madre o de otra persona, tiene una función muy importante para ellos y les tranquiliza cuando se encuentran nerviosos o alterados. El habla de los cuidadores transmite una información básica sobre las propiedades rítmicas y melódicas de la lengua materna, es decir, las propiedades relacionadas con cómo suena su lengua.

El reconocimiento de la lengua materna es uno de los puntos de partida principales del largo proceso de adquisición del lenguaje. Por tanto, los bebés necesitan tener la oportunidad de oír de forma regular el habla de sus cuidadores, especialmente cuando se dirigen hacia ellos.

Los bebés aprenden a identificar y distinguir la lengua materna desde los primeros meses de vida

En cuestión de pocas semanas, hacia los dos meses de vida, se considera que los bebés ya disponen de un conocimiento básico de cómo suena su lengua materna (es decir, de su ritmo, entonación, sonidos característicos, etc.). Este primer nivel de representación les permite percibir la diferencia sonora entre lenguas muy alejadas entre sí. Por ejemplo, sabemos que mientras todavía no pueden diferenciar lenguas como el catalán y el castellano, sí pueden distinguir estas dos lenguas del inglés o del japonés, que son lenguas muy distintas en cuanto a características de ritmo y entonación.

Para diferenciar lenguas más próximas entre sí, como por ejemplo el catalán y el castellano, necesitarán un poco más de tiempo que les permita acumular mayor información sobre las características sonoras de su lengua materna. Entre el cuarto y quinto mes de vida ya podrán mostrar esta capacidad de diferenciación, basada esta vez en propiedades más sutiles de la lengua también relacionadas con el ritmo, la entonación o incluso con la frecuencia y la distribución de los sonidos específicos que caracterizan la lengua materna.

Los bebés también utilizan la información de la cara del hablante para reconocer la lengua materna

Además de la información auditiva, los bebés utilizan información visual para el aprendizaje del lenguaje. A partir de los cuatro meses, sabemos que usan la información visual para diferenciar lenguas entre sí, fijándose principalmente en el movimiento de los labios, los cambios y el grado de apertura de la boca, la posición y el movimiento de la lengua del hablante.

De esta manera, antes de los seis meses de vida, los bebés muestran sorpresa, ya sea riéndose o mirando extrañados al adulto, si éstos utilizan una lengua con un ritmo y una entonación muy distinta a la de su lengua habitual. Esto nos indica que ya han aprendido a identificar la lengua habitual del cuidador y se extrañan cuando éste usa otra lengua, no nativa, con un ritmo y una entonación muy distintos.

El conocimiento sobre el patrón sonoro de la lengua materna es un primer paso que facilitará al bebé, más adelante, la adquisición de sonidos y sus combinaciones en sílabas y palabras. Este proceso tendrá lugar durante el segundo semestre de vida.

Consejo

Los niños se quedan embelesados cuando les cantan. Esta práctica, ¿es beneficiosa para el aprendizaje del lenguaje?

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